Juan Diego Estrada y la Carrera que Apenas Empieza

Era otoño del 2017 cuando conocí a Diego Estrada, un corredor méxico-americano que en el año 2012, llegó a los Juegos Olímpicos en Londres. Represento a su natal México en la prueba de 10,000 metros, hecho que levantó polémica pues el atleta creció y vive en los Estados Unidos.

Estrada llegó a los Estados Unidos proveniente de Michoacán, México cruzando el Río Grande en los brazos de su madre cuando tenía 13 meses de nacido. Tras la lucha de adaptación a una nueva cultura y tras el encuentro con su padre, la familia familia fue reunida - primeramente en California y luego en Arizona, permitiendo a Diego estudiar obteniendo una licenciatura en Español y Estudios Latinoamericanos, al mismo tiempo que practicaba el atletismo por lo que no es casual que el deportista habla con natural desenvolvimiento y fluidez tanto inglés como español.

diego-estrada-chicago-marathon-2017-elizabeth-quan-kiu.png

Diego vino a Chicago a participar en el tradicional maratón que organiza el Banco de América,   evento que en el 2017 celebró su aniversario número 40. En aquel entonces, además de correr las 26.2 millas, también fue la imagen que representaba a los corredores latinos en Estados Unidos, lo que me dió la oportunidad de trabajar conjuntamente en su difusión. Desde aquel momento tuve la impresión de que el joven corredor se sentía más cómodo entre el grupo de trabajo, con quienes conocíamos el idioma español, pero aún mejor, si también entendíamos las costumbres mexicanas. Percepción que me permitió tener un mejor acercamiento hacia él.

Juan Diego Estrada Constantino, su nombre completo platicó con los medios de comunicación en inglés y español, sobre su controversial participación en la las Olimpiadas de Londres. También hablo de su apoyo a los dreamers, sus hábitos de entrenamiento y alimentación, sin dejar de agradecer a la comunidad corredora de Chicago el apoyo que ha recibido, especialmente al barrio de Pilsen por el que siente especial afecto. Pues hasta el día de hoy recuerda cómo gracias al entusiasmo que le manifestaron pudo llegar a la meta final bajo el cobijo de la comunidad mexicana, entre porras y el sonido de mariachi, pues reconoció que alrededor de la milla 18, sentía desfallecer. “Recuerdo haber visto el letrero de un niño con su mamá que decía: vamos Diego”. Finalmente, ese 2017 logró recorrer las 29 zonas que cubre la ruta maratónica con un tiempo de 2 horas y 15 minutos.

En la calle, fuera de micrófonos, luces y pantallas receptoras, Diego hablaba sin necesidad de preguntas. Comentó sobre la casa que compró y la que necesitaba numerosas reparaciones, las que él mismo trataba de realizar poco a poco, en partes, como ocurrió con el estacionamiento. Mencionó que Flagstaff, Arizona se asemejaba en ciertas cosas al rancho en México, añoraba a sus padres y sus perros Mayo y Lobo. Sonreía, espontáneamente al recordar de dónde venía y quién era fuera de la popularidad que le había regalado el correr con dedicación y disciplina.

Diego Estrada regresó a Chicago este 2018, pero esta vez como comentarista en español para el internacional Maratón de Chicago que transmitiría  la cadena Telemundo. Estrada, quien es reconocido entre los mexicanos como el quinto mejor de todos los tiempos en la categoría de los cinco mil metros con un tiempo de 13:15.33, no correría en la versión 41 de la maratónica carrera. Pues, se prepara para alcanzar su próxima meta: calificar para las olimpiadas de Japón 2020 y en dicha preparación incluyó el observar el rendimiento de otros corredores.

171 Likes, 6 Comments - Diego Estrada (@diegoestrada831) on Instagram: "It's was an honor to be a part of the @telemundochicago broadcast. Gracias por esta oportunidad..."

Juan Diego se mostró confidente ante la víspera de su desempeño como narrador en la cadena televisiva perteneciente a Comcast. Nuevamente, hablaba de su vida familiar fuera de luces, reflectores, entrevistas de las que en ocasiones sorteaba comentarios inesperados. Aceptaba respetuosamente y sin presunción la admiración de algunos y la sorpresa de otros que cruzaban a su paso entre comidas rápidas a fin de mantener en orden y a tiempo la incansable agenda que nos conducía a cada estación de radio o televisión a las que respondía tanto en inglés como en español. La ventaja o desventaja—según se perciba—de ser bilingue.

De todos esos encuentros Diego salió adelante, sin tropiezo alguno, en entrevistas siempre listo con el comentario apropiado y ante imprevistos mostró su mejor actitud aun cuando la situación no estuviera totalmente a su favor. Listo a posar con entrevistadores y admiradores que en la calle lo reconocían me parecía que estaba entrenándose. Pero esta vez para alcanzar una meta muy diferente: describir en vivo, frente a cámaras de televisión los acontecimientos del Maratón de Chicago 2018. Sería un espectador, mostrando al auditorio la experiencia que le brindó la práctica de este deporte.

Esta vez Diego me compartió fotos, mismas que me permitieron ver su habilidad creativa construyendo. Junto con la ayuda de otro familiar había construido en la casa de sus padres una parrilla para asar de tabique, con todas las características de los diseños mexicanos, incluyendo el tradicional arco el que mostraba gran precisión. “ En el tiempo que me queda libre, me gusta construir”. Asimismo, conocí a través del archivo fotográfico de su teléfono a la mujer que lo trajo a la vida y a los Estados Unidos: su madre de quien dijo,  es una mujer “alta”.

Su padre, también estaba en el contenido del aparato de comunicación. De su progenitor Estrada comentó que recientemente había empezado a correr, compartiendo el gusto de su hijo por este deporte. “ Mi papá ya tiene hasta entrenador y le echa muchas ganas, casi todos los días corre más de siete millas”, comentó con entusiasmo. A través de la misma pantalla telefónica, conocí a sus perros, uno de ellos de raza Husky que en ocasiones le acompaña en su ruta de entrenamiento. De la misma manera recordó como de niño le llamaban “negro” por ser el de tez más oscura entre los miembros de su familia.

Gracias a compartir esos trozos de su vida durante nuestras conversaciones fuera de entrevistas, pude asumir que esa era la forma de que su mundo, su familia estaba junto a él, presenciando sus logros en la cosmopolita ciudad de Chicago  que a decir del mismo Juan Diego, era muy grande comparada con la ciudad de Arizona donde vivía.

Por otro lado,  Diego comentó que no estaba muy conectado a las redes sociales: “No me gusta publicar todo lo que hago”. Sin embargo, aceptó que empezaría a ponerlo en práctica para estar más en contacto con sus seguidores. Accidentalmente descubrí que a Diego no le gustan las manzanas, ni los plátanos, lo que acabó con el mito de que todo corredor consume plátanos para evitar calambres en las piernas.. “Me gusta fruta como las fresas y los duraznos nectarina. Cuando visito a mi mamá, ella es quien me prepara jugos de diferentes frutas y vegetales”. En cuanto a la comida dijo que su favorita era la mexicana y los chiles rellenos sus preferidos.

Mientras nos trasladabamos de una cabina de radio a otra de televisión escuche más sobre sus preferencias, sin escapar su gusto por la música de Joan Sebastian, los Originales de San Juan, el Hip Hop y Metálica. Aunque admitió que su estado de ánimo determinaba  el tipo de música que escuchaba, al mismo tiempo que aclaró que cuando corría era muy raro que escuchara música.

Grababa en mi mente cada uno de los comentarios del espigado deportista pues yo no formaba  parte de la lista de medios que entrevistaban a Diego. Pero eso no impidió que percibiera lo apegado que estaba a su gente, a su familia, a sus seguidores latinos, especialmente mexicanos; sin quitarle mérito a la sencillez, confidencia y respeto con la que también se desenvolvía en el ámbito de la cultura en inglés por lo que entendí la atracción que el México-americano había despertado en el mercado anglo.

Día del Maratón 2018

Llegó  el 7 de octubre de 2018, fecha en que aproximadamente 45 mil corredores vivieron su reto en el Grant Park de Chicago, el mismo día que Diego Estrada también enfrentó un nuevo  desafío como comentarista del maratón.

No podía predecir el resultado de los corredores que se reunieron un día antes del evento en la emblemática escultura de Chicago, conocida como La Nube (The Cloud) o El Frijol (The Bean), lo mejor que pude hacer fue desearles suerte en llegar a la meta. Pero con Diego, tras haber convivido con él en los eventos de los dos últimos maratones, pude imaginar lo acertado que al día siguiente sería su desempeño al lado de experimentados comentaristas o por lo menos, gente acostumbrada a estar día a día frente a las cámaras. Vía Internet escuché satisfecha algunos de sus entusiastas y bien elaborados comentarios.

Tras el evento y ya de regreso en Arizona, hablé con Diego desde Chicago a fin de darle el  último toque a estas líneas. “ Me sentí muy bien, me gustó la experiencia. Me dieron un aparatito  [apuntador] por el que dijeron me iban a corregir o ayudar en caso necesario, pero nunca lo usaron. Hubo muchas emociones”.

En su sentir y autenticidad está Diego, quien tiene la habilidad de contagiar esos sentimientos, como el día en que se dejó crecer una larga cabellera para en su momento, cortarla y donarla a alguna de las organizaciones que apoyan a quienes han perdido su propio cabello o cuando provocó sentimientos encontrados por su participación como mexicano en Londres, o cuando a pesar de haberse lastimado dolorosamente un pie, no se dió por vencido y sólo se detuvo cuando llegó a la recta final. Una vez más no defraudó a su público. A través de la pantalla proyectó esa transparente sencillez que lo identifica.

321 Likes, 7 Comments - Diego Estrada (@diegoestrada831) on Instagram: "Tunnel vision. @asics 📸 @mejia__19"